En la actualidad los gobiernos de muchos países han emprendido una serie de drásticas medidas para limitar el uso de los motores diésel, en especial en los vehículos privados. La urgencia de su aplicación ha creado un amplio debate en la opinión pública, que lejos está de concluir. Las administraciones las justifican por la contaminación que producen, en especial por sus emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), muy perjudiciales para la salud. La industria automovilística -muy criticada desde el escándalo del dieselgate- considera sin embargo que los motores diésel de última generación contaminan menos que los de gasolina e incluso que los híbridos. ¿Qué está sucediendo? En esta intensa polémica ha surgido la voz de algunos científicos que develan un motivo de mucho mayor impacto para el estigma del diésel: la realidad sería que se está agotando.
José Gómez Galán y Luis Félix Marín Recio
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Número 5 2019
Dosier: ¿Cómo nos afectará el Cambio Climático?