Los hábitos alimentarios tienen también un importante impacto en el cambio climático. Un ejemplo de ello es la industria cárnica, donde múltiples estudios -desde los ofrecidos por las Naciones Unidas hasta centenares de informes locales- apuntan a una relación directa entre los efectos de la ganadería y el cambio climático. Los hábitos de consumo de Occidente (cada vez más replicados por economías emergentes) están contribuyendo a llevar a la Tierra al límite. La industria cárnica requiere grandes extensiones de tierra, agua y grano, además de ser responsable de gran parte de la emisión de gases de efecto invernadero, de la deforestación y de otras contaminaciones por residuos.
Estela M. Díaz y Laura L. Ruíz
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Número 5 2019
Dosier: ¿Cómo nos afectará el Cambio Climático?