Los planetas del Sistema Solar se formaron a partir de un disco de polvo de gas pero, sin embargo, hay algunas propiedades que son muy peculiares. En primer lugar la masa de todos los objetos situados más allá del planeta Neptuno (objetos TNO) es sólo una fracción de la que cabría esperar. En segundo lugar, a diferencia de los planetas en sí, los TNO no se desplazan en órbitas coplanarias y circulares alrededor del Sol, sino que se mueven principalmente en órbitas excéntricas e inclinadas y se distribuyen de una manera bastante compleja. Esto sugiere que algún proceso reestructuró el exterior del Sistema Solar después de su formación. Lo más probable es que fuera debido al acercamiento de una estrella.
Susanne Pfalzner, Asmita Bhandare, Kirsten Vincke y Pedro Lacerda
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Número 4 2018
Dosier: Incógnitas del Sistema Solar